Carta de Adriana

Querido Santa.

Nunca llegué a escribirte una carta, pues, no te estoy pidiendo regalos ni nada por el estilo, igual… nunca los podría recibir.

Debería tener 7 años y llamarme Adriana, pero no llegué a nacer, ella me abortó. Yo ahora vivo feliz, aunque no lo creas. Pensé que podría llegar a conocerte aquí en el cielo ya que es aquí donde estoy… o no?.

En esta carta quería contarte que juego con muchos niños como yo, que no nacieron pero nos consideramos hermanos aunque no lo seamos, ellos me quieres y yo los recontra quiero a ellos. Pero a veces estoy triste, a ella siempre la veo… y para triste. No sé si llamarla mami o tener que odiarla, ella no tenía derecho a matarme, pero yo, no tengo derecho a juzgarla.

Sabias que acá tengo otra mami? Se llama Isabela, ella es única, es tan buena tan… todo, que con una sonrisa llena mi vida.

Bueno yo te escribía para pedirte que mi verdadera mami sea un poquito más feliz, no me gusta que este triste y tampoco quiero que piense que yo la odio, porque no lo hago. Yo sé que en las noches siempre se toca su pancita y se acuerda de mí y eso es lindo pero, no me gusta que llore y que lamente todo lo que paso, ya tendrá más hijitos y yo los cuidaré, son mis hermanitos.

Bueno Santa, si no es mucho pedir, quería que dejen de matar a niños o niñas como yo que no tenemos la culpa de nada.

Ya me tengo que ir Santa, Mateo y Mariana me están llamando a jugar y mi mami Isabela quiere que la acompañe a pasear.

No sabes como quisiera que mi mami venga a visitarme aunque sería algo imposible, ni siquiera tengo lugar en el cementerio.

Bueno Santa ahora si me voy, espero que leas mi carta.

Te quiero Santa,

Adriana.