viernes, 30 de julio de 2010

Volar sola no puedo....



Suelo inspirarme en historias de amor, desamor o hasta algo que no tiene importancia como lo de hoy. Estuve caminando por la calle como de costumbre, pensando en qué hacer con mi vida o que pensar acerca de lo que vivo diariamente, no tenía planeado escribir hoy porque no tenía idea sobre que hasta que empecé a sentir un pequeño aroma a tierra que recién era mojada, un aroma que me transportaba a un lugar desconocido donde todo parece estar resuelto, donde no hay dudas de amor como las que tenemos constantemente, aquellas dudas que dan vueltas en tu almohada y no te dejan dormir, esas que empiezan a entrar en tus sueños, las que invaden tu mente y te dejan sin saber que hacer.

Empecé a recordar lo que me trajo a este lugar y con quien solía venir, tengo muy buenos recuerdos de aquella época donde caminaba de la mano y donde lo más importante era amar y ser amada, pero eso lo olvidé, me costó pero lo logré.
Comenzó a llover y abrí el paraguas, sentía que volaría en cualquier momento, mi cuerpo se sentía mucho más liviano pero las lágrimas corrían por mi rostro. Me di cuenta que mentí, mentí al decir que olvide lo que era ser amada y amar a alguien, tengo necesidad de hacerlo y de sentirlo.

Me senté en una vereda a prender un cigarro, quizás eso quitaría el frío pero mi sonrisa iba desapareciendo, las lagrimas corrían como la lluvia en mi paraguas y mi maquillaje iba desapareciendo, me di cuenta que estaba “acabada” aquel deseo de amar se comenzó a convertir en un desastre natural, no veía el momento en que mi pecho se abriera y el corazón iría cayendo a pedacitos como estaba en el momento en que dijiste “adiós”.

Se que no debería estar sufriendo por un amor del pasado, pero realmente amé, realmente lo hice y ahora no se cómo dejar de hacerlo. Intente sacarte de mil formas, conocí chicos mejores que tu, pero ninguno igual a ti. Trato de acordarme de aquellos defectos que me hicieron sufrir, defectos que tal vez hagan que te odie, pero es imposible, me enamore hasta de tus defectos.
No puedo borrar esa mirada que en algún momento dijo te amo sin necesidad de palabras, esa sonrisa que pedía a gritos un beso o esos brazos que me abrazaban y me alejaban del peligro.

Realmente no se qué hacer, solamente me queda decir que no tengo porque mentir, me enamore de ti.

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